martes, 17 de marzo de 2009

los banqueros y la internet


Los banqueros y la internet.

María tiene siete años. es una niña alegre y muy simpática. Le gusta jugar, ver la televisión y leer.

A María le gustan los hoteles y viajar. Conoce muy bien la geografía y sitúa países, islas y capitales que yo muchas veces tengo dudas para situar. Se mueve como pez en el agua con los mapas y reconoce perfectamente los itinerarios en los mapas de Google. Navegar por internet es cosa trivial para ella. Es una niña de una nueva generación post-efecto 2000.

Nuestros banqueros y estrategas financieros oyeron hablar de la internet allá hacia el dos mil y que era un mundo nuevo lleno de posibilidades económicas. Así que con la sagacidad que les caracteriza pensaron que no podían perderse aquello. Los más grandes decidieron "meterse" en el negocio y comenzaron a invertir en negocios de internet. Y comenzaron a perder dinero.

No se piense que poco. El Santander (sí, sí el banco de esa familia de ases de las finanzas) pagó 500 millones de dólares por una cosa que se llamaba PATAGON del que un año después ya no se sabía nada. Ana Patricia Botín se hizo con un 50% de un "invento" que se llamaba "Coverlink" y que fue un fracaso no menos sonado; luego la Botín transformó su parte en una cosa que se llamó "Razona" (¡toma ya!) que se disolvió como un azucarillo. Luego vino lo de "Terra" que hizo unos pocos multimillonarios y miles de perdedores. Aquello lo avaló el presidente del gobierno de la época.

En fin sería largo entrar en la historia de las sagacidades de nuestros financieros y la internet. Vale con constatar que decidieron que internet era un mal negocio, que se conformaban con cobrar a los tontos que decidieran usar invento tan diabólico y que teníamos que pagarles con intereses, naturalmente, los dineros que habían perdido. Y más. por los sinsabores que les había producido la experiencia.

Con tan rigurosos criterios estos emprendedores siguen manejando el mundo de la economía y perdiendo dinero a espuertas que vez tras vez tenemos que cubrir. Para eso están los impuestos, ¿no?

Mientras tanto, a día de hoy, una acción de Google vale más de 300 dólares, mientras que una acción del Banco Santander se está aproximando a valer lo que una barra de pan.

Y es que nuestros banqueros están viejos. no comprenden el mundo.