jueves, 2 de diciembre de 2010

flores y metáforas


hemos estado a punto de perderlo todo, brother; tal vez no todo, pero tantísimo...


¿que si me refiero a la economía?; oh!, no. el disco duro, que petó. ni eso; dos discos duros, juntos a la vez. claro que también podía referirme a la economía e, incluso, a otras cosas

"se me ocurren tantas metáforas..., pero ahora no tengo tiempo", me dijo el psiquiatra cuando le hablé del asunto, dejándome en un ¡ay!, que es como me suele dejar el psiquiatra. y es que lo de las metáforas llega a ser cosa inquietante

mira ésta, por ejemplo: "el verdadero crimen no es atracar un banco, sino poseerlo". no me digas que no tiene su cosa. lee:

umberto eco
"piratas y mercado financiero". Público. 21/11/10

"Acaba de publicarse en italiano The Invisible Hook. The Hidden Economics Of Pirates, un curioso libro de Peter Leeson en el que el autor, historiador estadounidense del capitalismo, explica los principios fundamentales de la economía y de la democracia modernas tomando como modelo la tripulación de los barcos piratas del siglo XVII (sí, justo esos del Corsario Negro o de François l'Olonnais que llevaban la bandera con la calavera y que al principio no era negra sino roja, de ahí que se denominara Jolie Rouge, término que luego fue malinterpretado en su adaptación al inglés como Jolly Roger).

Leeson demuestra que, con sus leyes férreas, a las que cada pirata se adhería de buena fe, la de los bucaneros era una organización "iluminada", democrática, igualitaria y abierta a la diversidad. En pocas palabras: era un modelo perfecto de sociedad capitalista. Giulio Giorello también menciona estos temas en el prólogo y, por lo tanto, no me quiero centrar en lo que dice el libro de Leeson, sino en la asociación de ideas que me vino a la mente. ¡Cielos! El primero que había trazado un paralelismo entre piratas y mercantes -como empresarios libres, modelos del capitalismo-, sin poder saber nada del capitalismo, había sido Aristóteles.

Aristóteles tiene el mérito de haber sido el primero que definió la metáfora, ya sea en la Poética o en la Retórica. Y en sus primeras definiciones sostenía que no es sólo un adorno, sino una forma de conocimiento. No parece una tontería, porque en los siglos sucesivos la metáfora fue vista durante mucho tiempo como una manera de embellecer el discurso sin alterar su esencia. Y aún hoy hay quien piensa así. En la Poética decía que entender las buenas metáforas quiere decir "saber escoger el símil o el concepto afín". El verbo que utilizaba era theoreîn, que significa escoger, investigar, comparar o juzgar. Aristóteles vuelve a esta función cognoscitiva de la metáfora en la Retórica, donde decía que una cosa que suscita admiración es agradable porque nos hace descubrir una analogía insospechada. Es decir, nos "pone delante de los ojos" (así se expresaba) algo en lo que no habíamos reparado nunca, que nos lleva a pensar "mira, es justo así y no tenía ni idea".

Como habrán comprobado, Aristóteles asignaba a las metáforas buenas una función casi científica. Incluso si no se trataba de una ciencia que consistía en descubrir una cosa que ya estaba allí, sino, por decirlo de algún modo, en hacerlo aparecer por primera vez, en crear una forma nueva de ver las cosas. ¿Y cuál es uno de los ejemplos más convincentes que nos hace darnos cuenta de algo por primera vez? Una metáfora (que no sé dónde pudo haberla encontrado Aristóteles) por la que los piratas eran denominados "proveedores" o "suministradores". Como hacía con otras metáforas, Aristóteles sugería que, de entre dos cosas aparentemente distintas e incompatibles, se buscara, al menos, una propiedad en común y después se observaran ambas cosas como especies de ese mismo género.

Si bien los mercantes eran considerados normalmente como personas valientes que viajaban por mar transportando y vendiendo legalmente sus mercancías, y los piratas eran unos granujas que asaltaban y saqueaban los barcos de esos mismos comerciantes, la metáfora sugería que piratas y comerciantes tenían en común el hecho de trasladar las mercancías de un productor al consumidor. Es indudable que, después de haber saqueado a sus víctimas, los piratas vendían los bienes conquistados y entonces se convertían en transportistas, en proveedores y suministradores de mercancías -incluso si a sus clientes se les podía imputar probablemente por apropiación indebida. En cualquier caso, esa asombrosa semejanza entre comerciantes y asaltadores daba como resultado toda una serie de sospechas-, de manera que lleva al lector a decir: "Era así y estaba equivocado".

Por una parte, la metáfora obligaba a reconsiderar el papel del pirata en la economía mediterránea, pero, por otra, nos llevaba a una reflexión un tanto sospechosa sobre el papel de los mercantes. En pocas palabras, esa metáfora, desde el punto de vista de Aristóteles, anticipaba aquello que diría después Brecht,

que el verdadero crimen no era atracar un banco sino poseerlo -y naturalmente el buen estagirita no podía saber que la aparente broma de Brecht sería tan inquietante a la vista de todo lo que ha ocurrido en los últimos tiempos en el mercado financiero internacional-. Además, no se puede hacer como si Aristóteles pensara como Marx, él que era consejero de un monarca, pero entenderán que me hiciera tanta gracia esta historieta de los piratas. Un endiablado este Aristóteles."

el caso es que dos discos se me han estropeado a la vez, que viene a ser como si el suelo desaparece de tus pies; un asomarse al vacío. tras días de trabajo todo va volviendo a la normalidad

fue por santa cecilia, que en su iconografía, como otras santas aparece representada con flores; en este caso las rosas, aunque también las azucenas y los lirios. santa cecilia es patrona de la música y cuenta con un extenso catálogo de obras compuestas en su honor. por ejemplo esta oda de händel:



cecilia es una mártir del siglo III. "romana de origen noble, llevaba siempre consigo el libro de los evangelios y rezaba continuamente para preservar su virginidad. incluso en la misma noche de bodas consiguió convertir y bautizar a su esposo, valeriano, para que no consumara el matrimonio; y como premio por su castidad, un ángel se apareció en la cámara nupcial y coronó a ambos esposos con sendas coronas de rosas y azucenas", nos cuenta juan carmona muela en su "iconografía de los santos", breve y documentado catálogo de las representaciones de los santos en la historia del arte. son numerosos los artistas que han representado a santa cecilia, también rafael, entre los más notables; pero probablemente sea la escultura de maderno el icono más notable de la santa:


santa cecilia de maderno

esta escultura en mármol representa a la santa con un tajo en el cuello, el cuerpo ladeado hacia la derecha y la cabeza hacia la izquierda. parece ser que esta es la postura en la que se descubrió su cuerpo cuando en el siglo XVI se abrió su féretro. y es que a cecilia, que fue primero sumergida en una caldera de agua hirviendo a lo que sobrevivió, se la decapitó, descargando el verdugo por tres veces la espada sobre su cuello sin conseguir separar la cabeza del cuerpo. un cuarto golpe no lo permitían las leyes y cecilia vagó por tres días repartiendo lo suyo entre los pobres

lo cierto es que santa cecilia es patrona de la música por una metáfora. en concreto por una metáfora mal traducida. si sustenta tal patronazgo, es por un texto latino del siglo V que dice "cantatibus organis cecilia in corde suo soli domino decantabat dicens "fiat cor et corpus meum immaculatum", es decir que cantaba en su interior pidiéndole a dios que conservara su corazón y su cuerpo inmaculado, que se tradujo como si ella tocara el órgano

en fin, que por circunstancias también inciertas santa cecilia es también patrona de los ciegos

después de lo que me dijo el psiquiatra creo que podría intentar hacer alguna metáfora con estas cosas y los discos estropeados, la marcha de la economía, aristóteles y el atraco de los banqueros, pero no se me ocurre cuál. será porque todo se me liado y confundido en esta tortuosa y confusa recuperación de la memoria