sábado, 11 de diciembre de 2010

la inercia es la tragedia

"Pero asimismo, en contra de la aceleración de las redes y de los circuitos, buscaremos la lentitud. No la lentitud nostálgica del espíritu, sino la inmovilidad insoluble, lo más lento que lo lento: la inercia y el silencio"

otra imagen procesada por el disco duro. si vas a sacar un disco pop y no habías pensado la carátula, que sepas que tengo la foto en venta (abstenerse en el caso de concejalías, consejerías, obras sociales y culturales y otros programas de integración; yo lo que quiero es pasta, que me he tenido que comprar discos nuevos)

en respuesta a "getting high for jesus" y su comentario al último post, decir que estoy evaluando la situación con la ayuda de mi psiquiatra. me hace ilusión ser artista y que dentro de décadas o siglos mis obras alcancen precios enormes porque todos los traficantes de armas, narcos y financieros se disputen mis obras. pero el psiquiatra duda de que yo tenga tanta paciencia. me queda lo de diseñador que es más inmediato y además encaja con mi frustrada ilusión de ser la reina de la fiesta. pero no sé también pienso que tener que vestir de negro siempre...el psiquiatra cree que tal vez me sea conveniente una temporada de internamiento, que a veces mejora las cosas, dice




"La ciencia-ficción siempre se ha sentido atraída por las velocidades superiores a la de la luz. No obstante, sería mucho más extraño el registro de unas velocidades inferiores a las que podría descender la propia luz. La velocidad de la luz es lo que protege la realidad de las cosas, puesto que es la que nos asegura que las imágenes que tenemos de ellas son contemporáneas. Cualquier verosimilitud de un universo causal desaparecerá con un cambio sensible de esta velocidad. Todas las cosas se interferirían en un desorden total.

¿Y sí la luz disminuyera su velocidad hasta alcanzar unas velocidades «humanas»? ¿Si nos bañara con un flujo de imágenes ralentizadas, hasta llegar a ser más lento que nuestro propio paso?

La luz semejante al viento, con unas velocidades variables, incluso unas calmas chichas, en las cuales ninguna imagen nos llegaría de unas zonas en suspenso. La luz semejante a un perfume: diferente según los cuerpos, apenas se difunde más allá de un entorno inmediato. Una esfera de mensajes luminosos que van atenuándose. Las imágenes del cuerpo apenas se propagan más allá de un cierto territorio luminoso: más allá, ya no existe.

¿Es posible imaginar una refracción lenta de los rostros y de los gestos, como movimientos de nadadores en agua pesada? ¿Cómo mirar a alguien a los ojos, como seducirle, si no estamos seguros de que siga estando ahí? ¿Y si un ralentí cinematográfico se apoderara del universo entero?

El suspense y el ralenti son nuestra forma actual de tragedia, desde que la aceleración se ha convertido en nuestra condición banal"

baudrillard, "las estrategias fatales"