viernes, 26 de agosto de 2011

cuestión de números

de ser algo, somos un número. un número de abonado a no sé qué. un número en la cola de .... un número de teléfono. un número de la seguridad social. los 20 dígitos de la cuenta del banco. un número de ¿identidad?
los porcentajes nos explican. antes se utilizaba un término que era: "la mayoría silenciosa", que, pudorosamente, ha desaparecido incluso del lenguaje coloquial. ahora, ya no somos "silenciosos"; nos sobran las oportunidades de expresarnos: estamos entre el 68,361 % que prefiere determinada marca de café, o de perfume. Y, por el mismo camino, elegimos los colores del envase y que los envases sean más importantes que el contenido. y podemos cambiar la programación de la televisión con solo utilizar el mando a distancia y este gesto tan trivial es una poderosa forma de expresarnos y de conseguir una programación a nuestra medida. somos la audiencia y ya no somos silenciosos. y ¿a qué hablar de mayorías donde no existen minorías? escojamos el color del producto. lo demás está claro. sin dudas

en estadística se habla de la "curva normal", que no es una afirmación de que dicha curva no es deficiente, si no que hace referencia al concepto de "norma": "regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades, etc". y, así, se habla de las normas de tráfico, que sirven para hacer cumplir las estadísticas de muertos que alguien se ha propuesto para ese fin de semana. y se hace lo que sea menester para conseguirlo

una de las medidas que ha tomado la autoridad es sacar a las carreteras a multitud de responsables conductores encargados de circular por los carriles izquierdos de las autovías a 80 km/h. su misión es no apartarse, pase lo que pase. se ha comprobado que a 80 km/h, en las autovías, nadie se mata. por el airbag. estos conductores tapón, que circulan henchidos de un orgulloso sentimiento de prudencia aleccionadora, no son bien comprendidos por todos. conozco gente inteligente que confiesa instintos homicidas hacia estos conductores íntegros

yo procuro no dejarme llevar por los instintos. soy un humanista. preferiría que se les aplicaran unos electrochoques. y, así, de paso, recuperamos esta edificante técnica (la del electrochoque), que, incomprensiblemente, se ha dejado de usar