viernes, 26 de marzo de 2010

mezquinos misioneros al servicio de lo efímero reactualizado


silence: jan garbarek,egberto gismonti,charlie haden


silencio


"el innombrable":
"...para no asustarme, para que me deje seducir: "acabará por resignarse, acabará por confesar", he aquí la consigna. "ensayemos esta vez con un cráneo de pez, con pelo apenas, a lo mejor se deja tentar", debieron decirse. "con la pierna única casi en medio, esto podría sonreírle". los pobres. me injertarían un ano artificial en la palma de la mano nada más estar allí, viviendo su vida de hombre casi, de hombre justamente, de hombre bastante para poderlo ser de verdad, a su imagen, un día, una vez cumplidos mis avatares. sin embargo, alguna vez me pareció que yo estaba allí, en los lugares incriminados, desplomándome bajo mis atributos de señor de la creación, desesperado de clamar la consunción, cercado de un azul de espinaca zumbando de contento. sí, más de una vez he estado a punto de tomarme por el otro, hasta el punto de sufrir como él, por un momento. entonces ellos descorcharon el champaña: ¡es de los nuestros! ¡verduzco de angustia! ¡un verdadero terrícola! ¡ahogado en la clorofila! ¡rozando los mataderos! esto se les debió quedar en el estómago. muy mezquinos misioneros en el fondo, al servicio de lo efímero reactualizado

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sí, noto que es el momento de mirar atrás, si es que puedo, y de calcular dónde me encuentro, si quiero avanzar. con solo que supiera lo que he dicho... bah, estoy tranquilo, no ha podido ocurrir más que una cosa, la misma siempre. no soy de esos que se aventuran a cambiar de estribillo. no tengo más que seguir, como si hubiera algo que hacer, algo empezado, alguna parte adonde ir. todo se reduce a una cuestión de palabras, no hay que olvidarlo, no lo he olvidado. tuve que decirlo, puesto que lo digo. tengo que hablar de cierto modo, con calor quizá, todo es posible, ante todo del que no soy, como si fuera él, y después, como si fuera él, del que soy. antes de poder, etc. es una cuestión de voz, de voz que prolongar, de buena manera cuando ellos se detienen, ex profeso, para probarme, como en este instante la que quiere, en términos generales, que yo esté con vida. la buena manera, el calor, la desenvoltura, la fe, como si fuera mi voz diciendo palabras mías, palabras que me digan con vida, pues en ella es en la que ellos quieren que esté, no sé por qué, con sus miles de millones de seres vivos y sus trillones de muertos, eso no les basta, también yo tengo que ir, con mi pequeña convulsión, a gemir, a llorar, a hipar, a sonreír en el amor al prójimo y los beneficios de la razón. pero la buena manera, ésa la ignoro. esta sarta de estupideces se la debo, desde luego, a ellos, y ese murmullo que me ahoga fueron ellos los que me hincharon de él. y esto sale así, tal cual, no tengo más que bostezar, es a ellos a los que oigo, viejas seguridades aseguradas en las que nada puedo cambiar. un loro, ellos cayeron sobre un pico de loro. si me hubieran dicho lo que tenía que decir, para que se me aprobase, forzosamente lo diría antes o después. ¡vamos, pues! sería demasiado fácil, no estaría en ello el corazón, y es menester que también el corazón me salga por la boca, envuelto en un vómito de palabrería, entonces tendría, al fin, aspecto de creerme, ya no se trataría de palabras al aire. en fin, no perdamos la esperanza, llegaré a eso quizá, de un modo completamente mecánico, a fuerza de tener abierta la boca y mala la sangre. pero la otra voz, de aquél que no siente esta pasión por el reino animal, de aquél que aguarda noticias mías, ¿cuál es su contenido? héme aquí bien embarazado. pues sobre mí propiamente dicho, yo me entiendo, me parece que aún no se me ha dicho nada"
samuel beckett