jueves, 16 de diciembre de 2010

diseñ-arte


Mi disco loco, mi disco duro dañado y corrupto ha originado imágenes que, no puedo remediarlo, me recuerdan el trabajo de algunos diseñadores gráficos sobre todo de los que confeccionan campañas de turismo.

...esas imágenes imposibles que reunen a una chica por una playa en un caballo blanco, una langosta, la manga de un crupier, una moto de agua, unas montañas nevadas, un bajo relieve armenio, dos copas de champán al borde de una bañera con chorro y una puesta de sol en el mar, si queremos vender turismo de costa, o en el pantano, si queremos vender turismo de interior. Pues cosas así me ha hecho él solito, mi disco duro, cuando se ha estropeado. Con esto no quiero decir nada.

El mundo ha devenido ficticio, hiperdiseñado. Vivimos una hipertrofia esteticista, que Baudrillard compara con el cáncer. "El diseño como enfermedad de los objetos", escribe Zimmermann.

No voy a abundar en el tema, siendo que es evidente por sí mismo.

Adjunto unas fotos diseñadas por mi dañado disco duro. La del bosque estaba menos deconstruida. Así la hemos dejado entre el disco y yo mismo: