miércoles, 20 de agosto de 2008

Camus


"¿puedo, señor, ofrecerle mis servicios sin arriesgarme a ser importuno? temo que no sepa usted hacerse entender del estimable gorila que preside los destinos de este establecimiento. no habla. en efecto, más que el holandés. a menos que me autorice usted a defender su causa, no adivinará que desea ginebra. vaya, me atrevo a esperar que ha comprendido ya; ese movimiento de cabeza debe significar que se rinde a mis argumentos. allá va: se apresura con sabia lentitud. tiene usted suerte, no ha gruñido. cuando no quiere servir, con un gruñido le basta; nadie insiste. ser rey de sus humores es el privilegio de los grandes animales. pero me retiro señor, satisfecho de haberle sido útil. muchas gracias; aceptaría si estuviera seguro de no hacerme pesado. es usted demasiado amable. en ese caso, instalaré mi vaso junto al suyo..."

albert camus


al fin es el principio. como en la nueva mesa he optado por la deconstrucción, no la filosófica, sino la gastronómica que no es época ésta para filosofías y he reinventado el revuelto no de cocina, sino de pensamientos (o de falta de ellos, si alguien quiere decirme...)

puedo llegar a hacerlo tan bien, que puedo hablar un rato sin decir nada. ¡nada más actual!, pero lo que quiero decir es que el párrafo que antecede es el primero de "la caída" de camus, obra a la que corresponden las citas de estos días. eso sí, desordenadas (¡qué coño!, "deconstruidas"). para entender a camus, el hombre, no el autor, bastan tres obras: "el extranjero", "la caída" y "el primer hombre": las tres tienen bastante de autobiográficas

la época de camus es un época privilegiada intelectualmente. en la europa salida de la segunda guerra mundial se asiste a la muerte de dios, si no su muerte el principio de su lenta agonía que durará el resto del siglo y esta agonía es paralela a la de la sociedad industrial

paulatinamente, pero sin pausa, hemos ido pasando de la sociedad industrial a la postindustrial. de la sociedad creyente a la sociedad del mercado. a la vez que han ido cerrando las fábricas, se han sustituido por hipermercados y la visita al hipermercado ha ido sustituyendo a la misa dominical

la historia, la de la religión imperante, ha durado 20 siglos y costado mares de sangre (las guerras se hacen en nombre de dios, no del diablo) y empieza a liquidarse, filosóficamente, tras la segunda guerra mundial. intelectualmente es una época brillante, que produce algunos de los mejores pensadores de la historia. ante el vacio, se debate...y de paso se va liquidando la filosofía. si no hay dios, no es necesaria

por fin este es un mundo perfecto y sabemos que de necesitar algo hay un escaparate próximo donde hay una amplia gama de lo que te va a hacer feliz. una feliz sociedad de propietarios. el anhelo de la humanidad. sólo que sin dios, sin filosofías, sin pensamientos, con todo tan caro y el euroibor creciendo no puede evitarse una ligera sensación de desasosiego

ánimo. ya llegan los teléfonos de nueva generación. gigas y gigas de emepetreses, de youtubes, juegos en red y sin red, con menssenger y con de todo





¿soledad?







...ante todo no pienses...

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